Blog
Mi Guía
Cuando escribo, muchas veces sé cuando vienen de parte de Dios pero hay otras en las que simplemente soy yo escribiendo en un papel. Una vez pensé que esto está mal, que debo dedicarle tiempo a Dios para que Él escriba a través de mí.
Como ya lo he dicho antes soy muy imaginativa y pensadora jajaja siempre ando por ahí viendo y diciendo en mi cabeza ¿Y qué pasa si? ¿Y si no es así?, etc… Entonces ahí es cuando escribo todo lo que mi corazón siente, y siento como Dios, observándome, aclara mi mente y mis pensamientos.
Yo le digo “escribir por escribir” porque necesito sujetarme a mi fe y a Su Amor. Una vez Dios me permitió entender en medio de un proceso con esta visión, la imagen de Jesús arrodillado orando al Padre.
Déjame explicarte: En esa escena podemos ver a Jesús solo porque ningún amigo lo acompañó. Pero aun así el dijo algo tan bonito “Que se haga tu voluntad y no la mía“.
Entonces entendí, que yo estaba como Jesús, me sentía sola y que me había abandonado. Mi carne quería gritarle y culparle pero al mismo tiempo entendía que eso no era así, Dios era bueno conmigo, por qué yo le diría esas cosas.
Entonces entendí que estaba angustiada, malhumorada y tenía que permitir dar paso al Espíritu Santo para que gane esa batalla y traiga tranquilidad a mi alma, como dice Su Palabra “apacienta esta oveja” y me sentí así. En ese momento pensé y me dije: “Hágase tu voluntad“. Una de las primeras palabras que dije sin saber su significado cuando era muy pequeña, pero que hoy me acompaña siempre que sé que es mucho mejor Su Mover que el mío.
Ordenar tus pensamientos te libera para que entren aquellos pensamiento que vale la pena tener que son de Vida, Buenos, Perfectos, Maravillosos, Fascinantes y que van mucho más allá de tu imaginación.
No soy perfecta simplemente camino en el perfecto plan de Dios y me gusta ver lo que hace en mí, porque no soy la misma de ayer, sé que Él me está perfeccionando.